
Aclaremos las cosas: nunca voy a negar lo que circula por las venas, es poético y va directo al corazón. Jamás voy a llegar al punto de decir "qué va, ya la superé, me di cuenta de que no la necesito, estoy bárbaro, al fin me liberé, etcétera chabón, etcétera". Soy hombre de una sola mujer (ahí tenés el título de tu próximo novelón) y, por más que haya tenido varias, preservo lo mejor y lo vuelco en los ideales con los que diariamente escribo. Claro, ahora me la doy de centralizado pero en aquellos tiempos... desastre, jaja.
Prefiero no mentirle a mi cabeza. Ella sabe bien lo que pasa en el resto del cuerpo y cada tícket que se imprime por dentro, llega al centro logístico más grande desde que se fundó Gabulandia.
Te extraño, es un hecho.
Pero me quedo solamente con eso.
Es menos peligroso.
G
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