
Bueh, no era el tema que tenía en mente, aunque en éste blog tengo free pass al "subjetiveo".
Yendo a lo que importa: llevo meses observando la información que los diarios publican, diariamente. Y... es horrible darse cuenta de lo mucho que manejan la información, a conveniencia de unos o de otros. Tan descarada llega a resultar la cuestión que, sin tomar de ejemplo a los diarios más vendidos o a los oficiales, leo la tapa del Popular y te informan que se aplicaron multas a los comercios que aumentaron de garcas sus precios, antes del cambio de gobierno. Al lado, veo el Muy, publicando la misma noticia pero informando que el ministro no tomó medidas y pateó para la próxima gobernación el problema.
Según mis estudios, un diario es medianamente objetivo y el otro, completamente amarillista. Más allá de mi opinión y de quién no esté diciendo la verdad, a la gente le encanta olvidarse de la responsabilidad que representa ser el que "comunica" y en su lugar, elige llevar la información a niveles egoístas/convenientes/destructivos/chucha chucha.
Y ni quise hablar de Clarín... o de Nación... casos crónicos, si los hay.
Aún así, me pregunto si la culpa la tiene el que miente o el que elige creer la mentira.
Oppenheimer, tu bomba atómica fue un poroto al lado de éstos cien años de cambalache.
G
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