miércoles, 3 de julio de 2013

Sin la sabiduría de Ulises

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Como una voz que enamora o una belleza extraña que persigue. Como un juego de actitudes que incitan a apostar sin razón y rendirse a los encantos de todo lo superficial. Como si fueras digna de poseer, de sacrificarse uno mismo, de abandonar la calma del barco y luego nadarse todo un océano. Y una vez allí, a tu lado, de abandonar toda responsabilidad con uno mismo y dejarse devorar por la incertidumbre, la culpa y el error.

Como una sirena: bella por fuera, vacía por dentro.

G

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